Alli me planté, En tu fiesta me colé...

Cuando mi compañera me preguntó "¿quieres venir a una fiesta?", mi boca rápidamente dijo "Sí, claro". Pero mi mente de repente pensó... a ver donde te metes...

Después me dijo que era una colección de ropa sostenible de Diesel + Edun para África en el Palacio de Neptuno, y tras algunas búsquedas en internet, y ver lo maravilloso que pintaba todo, dije... "¿Quién soy yo para rechazar tan amable invitación?"


Un madrugón después, y mi despiste habitual hizo que quizá el outfit elegido no fuese el ideal... Ideal para trabajar, pero ¿para una fiesta de Diesel? ¿En qué estaba pensando?

Y aquí es donde, a pesar de estar en la lista de exclusivos invitados, parecía que me había colado, al más puro estilo de Mecano. "Mucha niña mona, pero ninguna sola, luces de colores, lo pasaré bien".

Y la verdad que lo pasé bien. Tras acostumbrarme a ser la "rara" del evento, -porque en un evento, donde el grueso principal de invitados son narcisisitas egobloggers, el hecho de ir sencilla no es un must, es un error de los gordos-, decidí disfrutar del maravilloso sitio donde estaba, de la música que fue de menos a más, y del catering y la barra libre, que de nuevo me hizo olvidar eso de que sí bebes no mezcles.

Pero vayamos por partes. El sitio. El Palacio de Neptuno. Como atlética que soy, pasear cerca de Neptuno, siempre es un placer, pero la verdad que el lugar elegido fue todo un acierto. Amplio, con dos plantas y con posibilidad de crear espacios separados totalmente diferenciados. Por supuesto, lo más increíble su vidriera en el techo, la cual miré y remiré cuando llevaba mis ojos al cielo al grito (mudo) de "Tú  no eres moderno, tú vas hecho un frosio*"

*Palabra típica de mi abuela.

La música. La verdad que me sorprendió y muy positivamente. De empezar siendo la típica música ambiente, que no te permite saber cuando empieza y cuando acaba una canción de otra, fue transformándose con temas  que te incitaban al baile y a la conversación, por lo menos entre mis acompañantes y yo...

De vez en cuando salían a bailar un alegre grupo de adolescentes, que plasmaban el espíritu africano de la colección, llamada Studio África.

El catering y la barra libre.¿Qué decir de mi parte favorita de todo evento? Había Ron Barceló, un 10!! Empecé tomando  un Gin Tonic, por eso de sentirme más acorde con el ambiente... pero cuando desistí, me fui a por mi Barceló Cola y a por una de los bocaditos de hojaldre que amablemente repartían.

Y bueno, también había  famosetes, pero eso ya lo vereis en otros medios de comunicación, por que ya puedes ir todo lo moderno que se te ocurra y creerte eso de "Narciso, a mi lado un aficionado", pero si no eres un celebrity no pasas por el Photocall.