El Precio de la Adolestreinta

Supongo que sabréis eso de que la historia es cíclica, o de que el pasado siempre vuelve... ¡Pues es cierto! De hecho yo sé que el precio que estoy pagando por vivir mi adolestreinta es esto...

Ya lo dice  Rumpelstiltskin en Once Upon a Time, que la magia siempre tiene un precio, y mi adolestreinta también: los brackets.



Si, yo que dije eso de que "este agua no beberé, este cura no es mi padre y esta manzanita no me entra" (estoy muy subsceptible con el tema cuentos), al final acabé pasando por el aro y poniéndome estos alambres, que por muy estéticos que intenten ser, me siguen pareciendo horribles. No sólo eso, cada día cuando me levanto cae sobre mí la frase lapidaria que me dijo mi madre hace años: "más tonta eres tú, sino te los pones ahora, te los pondrás de mayor". ¿Predicción o maldición? No lo sé... Hay tanta brujería en las palabras de nuestras madres...

Por cierto, ya os lo digo, si os intentan vender el Invisalign como alternativa a los bracquets, no funciona. Ya lo probé, y aquí estoy... con la maldición a cuestas.

Ortodoncia para Adultos


El caso es que como os decía el otro día en el post sobre obsesiones de la adolestreinta, esto me ha llevado a iniciar una búsqueda exhaustiva por la red en busca de la opinión de mis semejantes. Pero en lugar de eso, descubro que resulta que en Asia es una moda, y que los niños que no lo necesitan se lo ponen también para ir de lo más cool. Vamos a ver... ¿Es de género tonto o no? Quién es el que ha hecho esa campaña de marketing tan productiva y por que no la hizo hace 15 años? Así yo me los hubiese puesto entonces y no tendría que pasear una sonrisa con barrotes. 

Y es que nos guste o no, somos otra generación. Al igual que nuestros padres no nos entienden a nosotros, yo no entiendo a los adolescentes de ahora. ¿Qué es eso de Justin Bieber o One Direction? Pero bueno, eso lo dejaremos para otro post...

Volviendo al tema de los brackets, creo que por fin este viernes me los quitan, pero la verdad es que tengo un poco de miedo. Después de dos años de aparatos, he llegado a la conclusión de que  Rumpelstiltskin está encarnado en mi dentista y estoy segura que no me va a dejar ir tan fácilmente y me encadenará a otro tratamiento terrorífico. ¿Estaré dispuesta a pagar el Precio de nuevo?

Por cierto, el sábado aprendí una nueva doctrina, "lo que el Ciervo te lo da, el ciervo te lo quita". ¿Alguien sabe de que bebida alcohólica estoy hablando? Yo lo tengo claro, de esa "agua" sí que no beberé!

5 comentarios:

Iñigo dijo...

Hereje! El Jagermeister es altruista, siempre da y nunca pide nada a cambio, un respeto al "agua" bendita.

P.D: Los brackets molan.

Big Al dijo...

El Jägermeister es tu amigo, igual que la absenta, no entiendo por qué la gente les tiene manía... :)

Consejo de Adolestreinta: cuando te los quiten haz caso a lo que te diga el dentista, no seas tan salvaje como servidor que los llevó durante su primera edad del pavo y que por ir de listo tiene los dientes casi igual que antes del tratamiento...

Big Al

Patricia J. dijo...

jajaja, ¿agua bendita? Madre mía, casi muero... Yo Tequila forever!

Patricia J. dijo...

Dios, no me acordaba de la absenta! eso sí que es la muerte! jajaja

A ver que me cuenta hoy el dentista... :)

Patricia J. dijo...

Odio los brackets, no lo puedo evitar :)

 

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