
Sé que siempre han existido, -no creáis que vivo en una nube etílica continúa-, pero no me había dado por probarlas y mucho menos por hacerlas.
Pero nuevamente me doy cuenta que he crecido, y me atrevo incluso a cocinar por placer y no sólo por necesidad. Y eso sí que es un gran paso en mi mentalidad anti-casera.
En mi caso, ese dicho de que "no se te cae la casa encima", se cumple. No me gusta estar en casa, lo siento. No sé disfrutar de los planes caseros ni sola ni con amigos. A las dos horas de estar en una casa, el sofá empieza a engullirme y me convierte en un ser antisocial, un muermo e incluso en alguien inexistente. (Que me quedo sopa, vamos).
Por eso, aunque estoy orgullosa de mis torrijas (las de comer, me refiero), me he cuidado bien de no darle mucho bombo, a ver si se va a plantar todo el mundo en casa, y me tengo que quedar en ella, que yo soy muy Mafalda y no me gusta ni la sopa ni estar sopa.
PD: al que quiera la receta de las Torrijas se la paso... que no es plan de ponerme en modo blog de recetas a explicaros paso a paso, que es que no es lo mío...
4 comentarios:
Miss Torrijas!!! A partir de ahora, las harás cada Semana Santa.
Os sigo, con amor, todos los post del blog.
Me encantais!!!
Cuando tenga 30 (y no me queda mucho) quiero ser como vosotras.
Estefi! ;)
En México preparamos una receta muy similar y se le conoce como capirotada.
Saludos :)
Estefi cariño, no hace falta cumplir 30! la actitud ya la tienes! Besitos :)
Capirotada! que bien suena!!! :)
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