Sara Montiel, una adolestreinta de Rompe y Rasga

Aquellos que me conocéis, sabéis que yo siempre he sido muy de Cine de Barrio, y que tan pronto os canto un Pasodoble, como una canción de Marisol... Así, soy yo, que le voy a hacer... Acostumbrada ya estoy a las miradas raras de la gente, en plan... "Pero, a ésta... ¿de dónde le han sacado?".

De hecho, hace poco deleité a mis compañeras con mi versión libre de "La Violetera", y es que como amante del programa de José Manuel Parada, - que es su programa y punto-, ¿cómo no iba a yo a sentir la muerte de Sara Montiel?

Y para los que no tengáis ni idea de lo que os hablo, aquí os dejo el temazo... Por qué en su época fue un temazo y un peliculón, y la actriz mejor pagada del mundo. Y punto, de nuevo.



Podría haber sido una folklórica de la época y casarse con un torero, pero a ella le gustaban más los intelectuales. Miguel Mihura, Severo Ochoa... Aunque también dicen que no aprendió mucho de ellos... Toda una moderna, vamos. Si se llegan a llevar las gafapastas, lo revienta.

Esa mujer sí que era una adolestreinta en estado puro y aunque muchos la ven como una caricatura de lo que fue en su época dorada, yo lo que veo es una mujer que hizo lo que le dio la real gana a lo largo de su vida.

Y eso, señores... es una de las reglas básicas de la adolestreinta. No seguimos patrones establecidos, si no que buscamos aquello que nos gusta. Sí, a veces parecemos trasnochadas, locas o perturbadas, pero no es nada comparado con el placer de vivir (y disfrutar) la vida a nuestra manera.


¡Hasta Siempre Sara!