Chonis, canis y demás animales silvestres

La verdad es que una sale y se le quitan las ganas de procrear al instante. Y es que regresar a la movida gaditana ha sido hardcore de cojones. En Madrid había la misma chusma pero tenías tantos bares que podías huir casi sin problemas. Había veces que hasta olvidabas que existía esa especie de seres que pueden ser englobados en el grupo "mujeres, hombres y viceversa".

Pero en Cádiz no. No hay rincón, agujero o boquete suficientemente oscuro para que no te encuentres a una choni isleña vestida de putón. Que vale que te vistas de putón cariño, pero vístete bien por dios, que no cuesta... Pero vamos que hoy vengo con las pistolas cargadas y aquí va a cobrar toquisqui, no solo ellas.

Ellas...ellas son especialitas las niñas. A mi se me ocurre salir a la calle vestida con esas fachas reina y mi madre me coge de los pelos y me lo hace pensar mejor. Es toda una cultura, un ataque apocalíptico, rollo zombie. Cada vez son más, están en todas partes. Se relacionan entre ellos, se gruñen, gritan y se alimentan de regetton. Una auténtica horda.

Ellas, vestidas con mini shorts enseñando lo que Dios tuvo en bien darles, los sujetadores asomando por fuera de la camiseta (¡por que por dios por qué!), taconazos de espanto y cardados imposible...Los de Jersey Shore no saben la mina que se pierden vamos...

Ellos...bueno ellos no tienen ni nombre con el que llamarles. Vale que ellas vayan de putón, pero que vosotros también lo hagáis y que encima se os note, que grimita me da madre...Con lo fácil que es para un hombre vestirse y vais con semejantes pintas. Animalillos, no hay cabeza que soporte tanta gomina y tan poco cerebro...

El mercado de carne está escaso aquí en la costa vaya. O eso, o me tengo que buscar nuevos amigos que no salgan en sitios que apestan y que se preocupen un mínimo por mi muy escasa, de hecho inexistente, vida sexual. ¡¡DAR DE COMER A UNA POBRE PEDASO CABRONEES!!

Ayer fue como estar vestida de seda en mitad de una cochiquera, en serio. Mirase a donde mirase nada más que veía hombres con más maquillaje que yo, un postureo de lo más gratuito y de lo más desagradable. Gente que da grima, una grima de cojones de hecho. Los tíos eran como pa decirles ¿en serio? ¿WTF? Entre la sonrisilla esa que me llevas, las pintas, el aceite que llevas en to lo alto y esos movimientos de cadera no se si hacerte un cuadro o hacerme directamente el harakiri.

Y es que por muy receptiva que una esté, todo tiene un límite y mis ovarios se secaron y mi libido desapareció en el momento que crucé la puerta de la discoteca. Y eso es triste, muy triste. Ninguna treintañera se merece esto. 

Y por eso yo proclamo...

¡Colegas del universo! Basta ya de antros infernales, de gente pestosa y chonis tan cargadas de laca que si les acercas un mechero saltan por los aires. Basta ya de peliteñidos asexuados y canis con camisetas de tirantes. ¡Yo tengo hambre! Colaborar un poquito carajo que no cuesta y hacer de este mundo un lugar mejor. Ayuden a que moje un poquito hombre, que dar de comer a los pobres sienta bien y yo de buen humor gano mucho.