Sin embargo, en mis últimos años descubrí parajes que me hicieron entender porque la gente adoraba las playas y huía cada verano de Madrid al grito de... "Vaya, vaya, aquí no hay playa". Uno de estos parajes fue Menorca. Esa mezcla de entorno rural con un paisaje paradisiaco en sus costas me llamó profundamente la atención.
Y este año volví, convencida que con tanta crisis, este año sus playas estarían desiertas para mí, al más puro estilo Anuncio de Estrella Damn.
Y este año volví, convencida que con tanta crisis, este año sus playas estarían desiertas para mí, al más puro estilo Anuncio de Estrella Damn.
Como os podréis imaginar... ¡Me equivoqué! Lo empecé a intuir cuando cogí el avión a las 7 de la mañana y estaba lleno de niños berreando... Fue como... "¿Perdona, dónde vas de vacaciones en avión con niños? ¿Y cómo consigues cuadrar el equipaje?"
Realmente eso no era importante. Mis vacaciones empezaban e iba a estar en playas, en que ni al más loco de los padres se le ocurriría acceder...¡Me equivoqué!
Definitivamente al día siguiente de llegar, entendí que el concepto de vírgen desde que existe internet, ya no es lo que era (en todos los sentidos)... La Macarelleta ya no puede ser considerada una playa vírgen, por favor...Si vas camino a ella, y hay un aviso de que el parking está lleno... muy, muy vírgen, pues como que no...
Para empezar estaba llena de gente.. y eso la convierte en nominada a convertirse en algo así a como la dejarían los Gremlins después de ingerir alimentos después de media noche.
Y es que eso me revienta... vamos a ver... si ves que pone zona de regenaración dunar y un cartel de prohibido... quita tu puta toalla de ahí y no tires tus putos cigarros. (Y eso lo digo yo... que no soy ni ecologista ni nada por el estilo, que si llega a ir uno de Greenpeace...)
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Foto de menorcadiferente.com/cala-macarelleta/ |
Por otro lado, casi no hay espacio... porque señores, es una calita... su función es que disfrutes del entorno, te relajes, te veas los pies de lo cristalina que está el agua... pero no que te pongas a jugar a las palas, ¡que no hay sitio!
Y claro en este oasis mediterráneo no podían faltar los nuevos nudistas... Yo, que siempre he visto el nudismo como un canto a la libertad corporal (y mental), al fuera complejos y al respeto, resulta que en este paraíso terrenal los nudistas tenían cuerpos perfectos y definidos y depilaciones láser in extremis. ¡Vamos todo un canto a la naturaleza, y al yo a lo que vengo es a que me vean!
Así, que amigos los siguientes días en Menorca, olvidé las rutas recomendadas por Internet. Y me encaminé por el maravilloso Camí de Cavalls, donde para llegar a una playa tenía que andar 40 minutos, pero en donde volví a disfrutar de esa mezcla de zona rural con playas semi-vírgenes (porque está claro que hoy en día hasta lo vírgen está demasiado usado), y pude disfrutar de hacer el muerto sin que una pelota enturbiase mi paz mental, esa que tanto necesitaba...
Por supuesto, no os pienso decir el nombre de esas playas... ya os he dado una pista... Zona norte del Camí de Cavalls
2 comentarios:
Para disfrutar de playas de verdad, hay que venir pal norteeee!! Y tú + fácil no lo puedes tener!;)
Sí, Martita... soy muy perra... tener playa y fiesta y no ir... hasta cuando dura el verano en Galicia?
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