Agenda adolestreinta

Hace algún tiempo que no escribo en el blog. No he tenido tiempo, excusa barata lo sé. Pero chicos, es que no puedo con tan apretada agenda.

Y es que la vida adolestreinta está llena de cosas como comprar papel higiénico, cerrar los billetes de avión y pasarme el Assassins creed Brotherhood. (Sí, toda viciada que ando, espíritu freak).

Por lo que el otro día, al sufrir en mis propias carnes lo que Elrich publicaba hoy, me di cuenta que uno tiene sus ritmos de vida. Lo que me llevo a pensar que mi ritmo de vida siempre es agitado y que tienes apretada la agenda de cosas "importantes" según sea su grado de adolestreinta. 

Yo hago listas para no olvidarme de las cosas que tengo que hacer porque soy un desastre. Un graaaaaaaaaannnnnn desastre. Desastre nivel: tiro las entradas de Muse en un ataque de limpieza. Ser un desastre duele... y mucho.

Pero claro, cuando una de esas listas las dejas encima de la mesa cualquiera que las lea encontrará:

- Poner la lavadora, quemar la maleta e invocar a los espíritus salientes.
- Ver Los Inmortales.
- Comprar una funda a la Tablet.
- Terminar el dibujo que quería pintar.
- Cambiar mi teléfono de contrato a prepago. Estoy involucionando lo sé.
- Comerme una pizza en ese sitio taaaaannn ricoooooo.

Entre otros...

Ya no puedes disimular, ya saben tu secreto, tu vida está llena de cosas nímias, sin sentido para los demás, chorradas máximas, pero importantes para tu vida diaria. Sí, eres puraaaaaaaaa adolestreinta.

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