Pues sí amigos, el viernes tuve quedada con mis cardiacs, y eso ya garantiza 3 cosas: cotilleos, risas y momentos en la noche en lo que todo puede pasar.
Tras la fase cotilleos y repaso de novios, ex novios, emancipaciones, trabajos y tras valorar las buenas nuevas del Trucha, que ahora resulta que todo el mundo sabe lo que es el TNT, y a mi lo único que me viene a la cabeza son los explosivos del Correcaminos, pues nos fuimos al Doblón. Y bueno, yo que con las primeras copas me envalentoné, no se me ocurrió más que pedirme otras dos, así que ya eso de llegar al bautizo fresca como recién nacida, como que no... Lo que sí conseguí fue llegar con la fresca de la mañana, lo cual no está mal teniendo en cuenta que me podría haber dado el medio día fácilmente.
Horas después camino del bautizo y tras haber comido jabalí, lo cual no es muy recomendable si vuestro estómago está en modo "que narices bebiste ayer", llegamos a Meco (a la cárcel no, al pueblo) y 5 minutos antes de que empezase el bautizo nos enteramos que la iglesia está en obras y que había que ir a la capilla. Llamar a lo que hicimos rally, ¡es quedarse corto!
En fin, ya en el convite, nos pusieron a unos malvados niños al lado. Y yo, que de ver al bebé estaba embelesada y pensando lo bonito que es tener uno, pues me pusieron a esas pequeñas bestias, que decir que eran malos es poco. Así, que mientras veía como trajinaban con la comida y la bebida, y mi estómago se revolvía de ver las guarradas que hacían... tuve un gran momento de placer cuando uno de ellos se empezó a poner blanco... y le dije con toda la maldad posible: "Diego, como te vomites encima, ya verás tu madre" Y vamos que si salió corriendo al baño y vino más suave que la seda.
Y como era un bautizo entre amigos, y tras pasar mi momento de "me muero, me muero, me muero", pues nos fuimos a la sala de al lado, donde había bailes... pero bailes de salón. ¿Y creeis que nos importó? Pues no... ahí que estuvimos marcándonos unos pasodobles, unas salsas y bachatas, y lo que se terciase... que mira yo ya... como dice Joaquín Sabina... "Que el fin del mundo me pille bailando".
Y como era un bautizo entre amigos, y tras pasar mi momento de "me muero, me muero, me muero", pues nos fuimos a la sala de al lado, donde había bailes... pero bailes de salón. ¿Y creeis que nos importó? Pues no... ahí que estuvimos marcándonos unos pasodobles, unas salsas y bachatas, y lo que se terciase... que mira yo ya... como dice Joaquín Sabina... "Que el fin del mundo me pille bailando".
Y que no que me quejo, eh? FINDE 10 :)
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2 comentarios:
Te faltó poco para acompañar a Dieguito al baño...
www.felizyrelajado.com
Pues sí, por eso le mandé al baño... para no acabar haciendo un 2 x 1 :)
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