Embarazadas... o como quieren llevarte al lado oscuro

Ahora que mi casera acaba de tener una niña me ha recordado ese hecho que parece que toda mujer debe adorar: el embarazo. Estamos diseñadas para eso físicamente, pero ais queridos adolestreintas, mentalmente es otra cosa. No sólo lo digo por engordar y llevar un ser vivo dentro de ti, que debe ser una de las experiencias más interesantes que se pueden experimentar, sino por el hecho de que algunas mujeres se empeñan en que pienses como ellas.

La última vez que me invitaron a una reunión prenatal me sentí como el prota de Star Wars intentando resistir al lado oscuro. ¡¡Telita!!

Resulta que fui con mi querido archivo adjunto a comprar regalos para el futuro bebé y creedme que pensé que había llegado al cielo cuando entré en un ToyRus (¡publi gratuita allá vaaaaa!). Hacía mil años que no entraba en una de sus tiendas y tengo que decir que se lo curran. 

Como niñata que soy, a pesar de mis treinta añazos, no podía con tanto estímulo. Lucecitas de colores y botones con sonidos me llamaban por doquier. Me hubiera ido a mi casa con media tienda si no fuera porque No Pennies In My Pocket. Nota para aquellos que me quieran hacer un futuro regalo: Mr Potato.

Pues nada, cuando llegamos al piso yo me senté con los chicos con una birra en la mano a hablar de las nimiedades que me gustan, mientras que las mujeres estaban sentadas juntas hablando de cosas de madres. Sí, lo defino como cosas de madres porque yo no entiendo un carajo sobre qué necesita un bebé recién nacido.

En realidad, esto no era un problema para mí, yo estaba a lo mío, pero la cosa empezó a ponerse tensa cuando intentaron meterme en sus conversaciones con preguntas del tipo... ¿A tí qué te parece mejor este tipo de carrito o el otro? Esto... ¿no hay uno con un posavasos? (Ayer vi uno y, en serio, me pareció lo más de lo más. La raza humana superándose.)

Yo me lo imaginaba como en las películas... ven con nosotras.... ven.... Podía incluso escuchar las palabras sabías de Yoda.

Me iba echando poco a poco hacia la derecha. Vamos, para quitarme del campo visual.
Yo en realidad lo único que quería era irme de nuevo a la tienda a probar más juguetesss. Pero era de lo único que no hablaban. Y por la única mujer que no se integraba sé que me miraron raro, me criticaron e, incluso, les llegué a dar pena. Pero yo esa noche en lo único que podía pensar en la patata... Es que se supera. Mr Potato como Iroman o Lobezno. 

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