Sin embargo, cuando ya estaba yo en plan "¿a qué huelen las nubes?", la nube me bajo a tierra. Como una ha nacido humilde esta sensación de poder imaginario no podía durar mucho... Y a mi me duró exactamente hasta el jueves por la tarde, momento en el que llegando a la estación del tren me dio tal apretón, que todo de lo que me enorgullecía esta semana se transformó en el "sufrimiento de ser mujer"... Veía que no llegaba a una puta estación con cuartos de baño, mientras me daban espasmos en la tripa y mis ojos estaban vidriosos del dolor contenido... Creo que fueron los minutos más largos de mi existencia, pero ¡¡lo conseguí!! ¡¡Otro reto superado más para la mujer trabajadora!!
Supongo que os estaréis descojonando a estas alturas, pero por favor... ¿A quién no le ha pasado alguna vez?? Os lo cuento por solidaridad, no sólo para el género femenino, ¡¡sino humano!! ¿A quién no le gustaría ser perro en esos momentos??
Tras esta bajada a los infiernos, procuré que mi ego se mantuviera en tierra hasta ayer... Ayer conseguí un nuevo hito en mi faceta de mujer trabajadora... Ayer hice mi primer taladro y aprendí a poner mis primeros tacos y alcayatas... Y casi pongo bien el desagüe de la lavadora (vamos, que eso no lo conseguí) pero lo intenté.
Ay que nuevo mundo se ha abierto ante mis ojos. Os puedo decir que esto de los taladros hasta desestresa. Debe ser por la sensación de pensar que en realidad estás taladrando la cabeza a ese que te la está taladrando a ti con sus paranoias.
En fin queridas, un pequeño paso para la mujer, pero un gran paso para mi humanidad. ¡Buen día!
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2 comentarios:
Hacer taladros sera la terapia del futuro!!! Que gran verdad patriolamola
Esooo a taladraaar!!! Quién dijo q éramos el sexo débil???? (y muy buena la historia del metro jajjaj)
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