Ten cuidado con lo que deseas porque
se puede cumplir. Sí, amig@, ten mucho cuidado porque las fantasías (y no hablo
sólo de las sexuales, que también) son muy bonitas en tu mente pero, cuando se
convierten en una realidad, en el mejor de los casos pierden gracia y en el
peor se transforman en una horrible pesadilla de la que no es fácil despertar. Lo
que para much@s de vosotr@s será algo fácil de controlar para algunas personas idealistas
como yo, que no sé si es por mi signo del zodíaco o porque soy así de infantil
en este aspecto, es una lucha diaria contra mi mente entre lo que quiero y lo
creo que me haría feliz. Desde pequeña me imagino encontrando lo que busco y en
ese momento, pero sólo en mi imaginación, soy la mujer más feliz del mundo y,
aunque soñar es gratis, creo que es un error empeñarse en que será eso, y sólo
eso, lo que me hará sentirme bien.
Y a los hechos me remito. Porque
hubo un momento en que tuve todo lo que quería, o lo que se suponía que quería,
y además mi vida era tan perfecta de cara a la galería que nadie, ni siquiera
yo misma, parecía darse cuenta de que no era feliz. Pero qué difícil es cambiar
de vida cuando no eres consciente de que no estás donde te gustaría… Parece que
necesitamos un punto de inflexión que nos empuje a mandar todo a la mierda y a
encontrarnos a nosotros mismos y es que hay veces que tarda taaanto en llegar
ese momento que te dejas llevar por tu supuesta felicidad y, cuando por fin
tomas la decisión, te das cuenta de lo que has sufrido innecesariamente porque
estaba en tu mano acabar con esa etapa que no era más que una absurda ilusión.
Así que he decidido que voy a ser
más realista. Los que me conocen no se lo creerán, pero poco a poco lo voy
consiguiendo. Se acabó el empeñarme en que tiene que ser este trabajo o este
chico o este momento el que tengo que vivir porque sólo me lleva a estamparme
una y otra vez con una realidad que no me gusta. A partir de ahora sólo haré lo
que me apetezca, sin esperar nada de nadie y a vivir el presente a tope que es
lo realmente me hace feliz. Habrá momentos malos y otros horribles pero me
servirán, como me ha demostrado la experiencia, para valorar los buenos y,
sobre todo, los momentazos inesperados de esos que te dejan sin aliento… Y lo
que tengo claro es que, en cualquiera de ellos, el protagonista no será nunca
un príncipe azul…
1 comentarios:
Pues si, porque las protagonistas somos nosotros, los principes azules en todo caso sera una felicidad complementario nunca la primoridal. Enhorabuena por tu excelente pensamiento
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