Todavía con
agujetas en las abdominales cerveceras por las risas que me eché con el
gran Nacho Novo y su visión masculina de la guerra de sexos en El Cavernícola,
nos echamos de nuevo a la platea Beamijita y yo (que como dice la canción
decidimos ser más que pareja ser brigada) para ver a la representante del otro
lado de las trincheras: Yolanda
Ramos en La Cavernícola.
Vaya por
delante que me cuesta ser objetivo con Yolanda, a la cual conozco personalmente
y sé de buena tinta que es una tía muy graciosa, con un estilo mu borrico y sin
cortarse un pelo. Pero en esta ocasión venía dispuesto a continuar con esta
especie de experimento científico desde las sombras, escuchando atentamente
todo lo que se decía y tomando notas mentales… será por eso que el destino nos
colocó en el centro de la primera fila y por supuesto esa intención se fue a la
mierda! Claro que verla asomar de entre las cortinas con un señor poyón atado a
la cabeza tampoco ayuda mucho a mantener la concentración…
En esta
ocasión nuestra mujer de las cavernas particular nos contaba las dudas que le surgían
a escasos días de su boda con su Antonio y todas las innumerables anécdotas que
surgen de la convivencia entre dos seres tan diferentes como un hombre y una
mujer. Y un punto importante, de cómo esa convivencia puede desembocar en
rutina y matar la pasión (“los viernes toca chino”, te suena? En ese caso huye!!)
Igual que con
su homónimo masculino surgieron muchos puntos de “lo has clavado”, como ese
clásico chequeo rápido “llaves-móvil-cartera” antes de salir de casa que muchos
hombres hacemos (buenísimo lo de quedarse con cara de ciervo asustado cuando sabes
que te falta algo y no sabes el qué) o describiendo esa capacidad infinita que
tiene una mujer para venir a tocarte los cojones la moral mientras estás
plácidamente tirado en el sofá absorto en la tele o en tus pensamientos.
Diferencias
con El Cavernícola? Menos ciencia y más paciencia; Nacho se centra mucho en
cómo éramos los humanos prehistóricos y en como eso nos afecta actualmente mientras
Yolanda basa la mayoría de las conclusiones en el día a día de la vida en pareja. Personalmente me dio la sensación que el monologo de El Cavernícola era
más sólido (por algo van ya por la quinta temporada!) pero La Cavernícola tiene
un ritmo más fuerte, es más bestia y lo más importante, es más divertida.
LA CAVERNICOLA
SI ES ADOLESTREINTA!!
Y después de
hora y media larga non-stop de machacar a los hombres, algunas veces con razón,
otras muy discutibles y otras reconociendo lo perras que podéis llegar a ser,
quedó lugar para una conclusión que desde luego no me esperaba y me hizo
pensar. Si Nacho concluyó su monologo logrando entender que él no era
gilipollas, la reflexión de Yolanda iba por otros derroteros totalmente
diferentes. Y es que después de noventa minutos desgranando uno a uno los
defectos de su pareja, al final no le quedó más remedio que reconocer que a
ella le gustaba mucho su Antonio y nos dejó esta perla para reflexionar: no te
cases por amor, cásate con alguien que te guste.
Ahí os lo dejo…
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1 comentarios:
Gran batalla Big Al, ahora vamos a tener que buscarnos otra cosa para cotillear cual marujas de patio jajaja!
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