Listas y sus geniales ideas

Me encantan las listas. Ellas son capaces de crear leyes universales sólo porque pones una frase tras otra enumerada, como nuestra relación de cosas que puedes hacer a los 30. Y claro, en cuanto leo 15 cosas que debería hacer una mujer antes de llegar a los 30, me entran los agobios y miro la lista. ¿Y si no las cumplo? ¿Significa eso que no sirvo como treintañera? Investigo...

La primera: obtén un título. Bueno vaya, va a ser que no era lo que me esperaba. Pero bueno, como esto lo cumplo, me vengo arriba y sigo leyendo.

Viaja, vale ok, ya lo hago. Pero... no encuentro mucha diferencia en las dos primeras en por qué especificar que son cosas que debería hacer una mujer. Igual es que tienes que viajar con falda y me he saltado ese trozo. Vamos a por el punto número tres.

Una carrera. Esto... ¿no es lo mismo que en el punto uno? Me recuerda a mi madre que me repetía hasta la saciedad niña estudia.

Uf, me aburro y paso rápido por todos los puntos que me sugieren que me independice, no le pida dinero a mis padres, que ahorre, me divierta, pruebe nuevas cosas y diga que no. Vamos chorradas, todo chorradas que sirven como guión de algún libro de autoayuda. Además, lo que no me queda claro ese tono machista con el que suena todo: Mujer gánate tu propio pan y no esperes que un hombre te de dinero. Más quisiera yo que alguien me patrocinara a mi... yo, con este tipin y este carisma sigo con pocas monedas en mi bolsillo.

Vaya lista de mierda, pensé. Pero claro llegó el último punto y fue ahí donde me ganó.

Señoras montemos una banda.

Ahora tiene todo su sentido, haz todo lo que te pone en esa lista para luego montar una banda y pasártelo todo por el forro. ¡Claro que sí!

Yo pongo los teclados (gracias a esos años en el conservatorio. Otra vez oigo en mi cabeza, niña estudia).

Es todo lo que puedo ofrecer. Ya nos veo.... ya nos veo... como la nueva sensación de Corea del Norte, Morabong. Y sí, yo puedo ser la del organillo estupendo. ¿Alguién se anima?