No seré yo quien niegue que las nuevas tecnologías han
mejorado nuestras vidas en muchos aspectos, sobre todo desde el punto de vista
laboral. Pero sí seré yo quien asegure que algunas aplicaciones nos han ayudado
a complicar, aún más, las relaciones personales.
Empezando por los mensajes
(desde el ya casi olvidado SMS hasta el excesivamente instantáneo whatssap),
que ya han provocado enormes malentendidos con amigos, compañeros y parejas, y destacando,
por encima de todo, las tan extendidas redes sociales, que nos han aportado
casi tantas alegrías como ralladuras de cabeza. Porque lo que al principio
parecía una inofensiva aplicación que nos ayudaría a encontrar a amigos de la
infancia o que nos facilitaría la comunicación con amigos residentes a cientos
o miles de kilómetros de nosotros, se ha convertido en una vía más de ligue del
nuevo milenio en la que un “me gusta” (un “like” para modernos) vale más que
mil palabras…

Como ya explicó algún colaborador por estos lares hay gente que prefieren hacerse un perfil de Meetic o de adoptauntio.com, donde está claro el
objetivo de los usuarios (¡¡demasiado fácil y simple!!), mientras que otros
preferimos usar Facebook o Instagram para complicarnos la vida un poquito más…
Todo suele empezar con un inocente “like” de tu foto de perfil, que total le suele gustar a toda tu lista de amigos y puede pasar desapercibido. Entonces tú le correspondes con un “like” a su foto de perfil. Normalmente, y dependiendo de cuántas cosas tengáis en común y del número de encuentros que se produzcan fuera de la red los siguientes likes se suelen dar a fotos o vídeos en las que salís los dos o alguno de vosotros con amigos comunes…totalmente inofensivo… Pero, ¿qué pasa cuando recibes “likes” en cualquiera de tus fotos, a veces incluso acompañado de algún comentario, a ser posible ingenioso? Que empieza el juego de seducción.
Reconozco que incluso a mí, que me declaro fan total del lema “menos wass y más irnos de cañas” esto ha llegado a resultarme divertido.
Todo suele empezar con un inocente “like” de tu foto de perfil, que total le suele gustar a toda tu lista de amigos y puede pasar desapercibido. Entonces tú le correspondes con un “like” a su foto de perfil. Normalmente, y dependiendo de cuántas cosas tengáis en común y del número de encuentros que se produzcan fuera de la red los siguientes likes se suelen dar a fotos o vídeos en las que salís los dos o alguno de vosotros con amigos comunes…totalmente inofensivo… Pero, ¿qué pasa cuando recibes “likes” en cualquiera de tus fotos, a veces incluso acompañado de algún comentario, a ser posible ingenioso? Que empieza el juego de seducción.
Reconozco que incluso a mí, que me declaro fan total del lema “menos wass y más irnos de cañas” esto ha llegado a resultarme divertido.
El lado malo de este jueguecito virtual es que acabas
confundiendo la realidad con la ficción, y puedes llegar a tener un NO novio
con el que no te va a costar nada conseguir un “like” (porque ya sabes tú el
momento, el lugar y la manera en la que debes poner el anzuelo para que sea el
primero en picar) pero con el que, posiblemente, tardes muchísimo en conseguir
una triste cita…si es que la consigues. Y lo peor es que te enganchas de tal
manera que un “like” suyo puede alegrarte el día, hasta el punto de que te dan
ganas de llamar a Zuckerberg y decirle que invente un botón que indique “me
gusta que te guste!!! <3 <3”… estamos locos o qué???!!!!
Por suerte, como todos los momentos de euforia de los hombres, los
“likes” también van por rachas, y a veces les da por desaparecer de tu mapa
virtual y entonces nos toca actuar de auténticas psicópatas para averiguar si nuestro
NO novio es un “facerollista”, un “megustatodo” o, simplemente, un capullo más…
Y aquí empieza la locura total. Por mucho que tenga controlados los ajustes de
privacidad, siempre hay algo que se escapa… Puedes ver a quién le dedica sus
likes, a qué hora se conectó por última vez y qué comentarios pone a sus…
¿amigas? Y en ese momento te das cuenta de que en este mundo virtual, al igual
que en el real, los faroles también están a la orden del día y unos y otros
podemos convertir nuestros “likes” y comentarios a nuestro objetivo o a
terceros en ingeniosos anzuelos… Además, podemos subir falsas fotos para
despistar, o fotos reales con falsas fechas o falsas locaciones…
Y es entonces cuando la ficción empieza a superar a la
realidad…
Y es entonces cuando empiezo a sentirme como una quinceañera…
Y es entonces cuando pienso que no he aprendido nada…
Y es entonces cuando decido que ya no juego…
3 comentarios:
Ay querida... sin duda no hemos aprendido nada... menos mal que por lo menos nos seguimos echando unas risas a consta de tanto like, dislike y otras vicisitudes de las relaciones de mierda...
Hace poco descubrí que lo que está de moda es ligar por Apalabrados.... madre mía, las nuevas tecnologías me superan :S
Qué me dices!!! Jajajajaj
Queremos citas!!! Hombre ya!!!
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