Este mundo me vuelve loca o esas cosas absurdas que hacemos...

La verdad que últimamente me estoy volviendo un poco loca... Sobre todo porque no entiendo nada...

- Vivimos en continuo estado de alerta. La gente mata por un Dios al que nunca han visto, ni oído (a no ser que tengas problemas psicológicos, claro) Yo cada día tengo más claro que si tuviera que creer (y creo) en algo que no esté en este mundo, sería en mi madre, porque ante todo demostró un amor incondicional por sus hijas.

- Nos imponemos normas absurdas. Algunas las leemos por allí (Internet está lleno de falsos Dioses). Parecen la solución a nuestros problemas, cuando la verdadera solución siempre están en nosotros mismos.

- Hacemos cosas absurdas como quedar con quién nos da igual, y decir que no al que realmente quieres quedar... Todo sea por hacerse uno el duro...

- Nos encantan las gordibuenas, las curvas, y todo lo que sea natural, pero después hacemos regímenes insanos, tomamos pastillas adelgazantes y nos sometemos a tratamientos anticelulíticos.

- Preferimos que nos gobiernen ladrones, a probar alternativas ciudadanas, a pensar que quizás sí es verdad que nosotros tenemos el cambio en nuestras manos. Hablamos de democracia y olvidamos que los partidos que nos han gobernado hasta ahora no tienen más edad que nosotros en el poder.

- Pensamos durante horas que escribir en un Whatsapp o que foto subir en el Facebook pero luego no sabemos que decirnos cuando por fin nos vemos frente a frente.


Algunas de estas locuras las he hecho, otras las sigo haciendo... y otras os veo hacerlas a vosotros... Y digo yo... ¿Where is the love? ¿Dónde están los nervios de una primera cita? ¿Tirarse a bomba en la piscina? ¿Dar un abrazo por que te apetece sin que haya un por qué? ¿Por qué no nos sonreímos más? ¿Y gritamos, por qué no gritamos?

A veces me asusto de lo frías que pueden llegar a ser las cosas... Y eso para una persona ya de por sí fría como yo, no os imagináis lo que puede llegar a asustar.

Y eso es lo peor cuando te das cuenta de que nos creemos libres e independientes cuando en realidad es el miedo el que nos gobierna.