Dicen que el momento en que planeas un viaje es el punto de
máxima ilusión del mismo. Pensar el destino, comprar los billetes, buscar el
alojamiento, un nuevo grupo de whatsapp...
Creamos una serie de expectativas en nuestra mente que esperamos no sólo
cumplir sino también superar. Y ese momento de felicidad absoluta no nos lo
quita nadie.
Pero lo cierto es que, la mayoría de las veces, cuando
emprendes un viaje, te invade una sensación inevitable de decepción. En algunas
ocasiones ese sentimiento te acompaña durante todas las vacaciones y, en otras,
sólo en determinados momentos, pero lo más habitual es que ocurra, por lo que
quizá deberíamos aprender a dosificar la liberación de endorfinas y guardar
parte de la emoción que nos provoca la organización del viaje para dejarlo
fluir durante nuestra estancia en ese punto del país o del mundo en el que
hemos decidido pasar unos días, como mínimo, de desconexión.
Las personas tan idealistas como una servidora son las que
más tenemos trabajar en ello, porque si te dejas llevar al final llega un
momento en que, como diría mi querida Rita, “las cosas, simplemente
pasan”. Y se superan las expectativas. Las
económicas por supuesto, porque en vacaciones el presupuesto,
inexplicablemente, siempre se dispara el tercer día. “Eso es porque lo estoy
disfrutando. Ya miraré la cuenta a la vuelta”.
Pero hay otras expectativas que también pueden superarse. Y
con creces. La de la salud, por ejemplo. El objetivo era descansar, pero se me
fue de las manos… “Eso es porque lo
estoy disfrutando. Pero al final voy a necesitar las vacaciones de las
vacaciones..”
Además, y en contra de todo pronóstico, también se puede
superar la expectativa de las emociones. Con eso sí que no contaba. Y al final
resulta que sólo era cuestión de abrirse y de aplicar las LeccionesAdolestreinta. Merece la pena vivirlo. Merece la pena intentarlo. Aunque el
verano se acabe. Aunque vuelvas a casa y por fin duermas. Aunque te despiertes
desubicado y pienses que todo ha sido un sueño.
Sigue viviendo. Y
deja que la energía fluya…
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