No podemos
vivir en el pasado. No sólo porque los psicólogos se han cansado de explicar
que provoca depresión, sino porque, además, el pasado puede controlar tu
presente hasta el punto de impedirte avanzar hacia el futuro que realmente
deseas.
Los
adolestreintas sabemos que no es tan sencillo como parece porque todos hemos
llegado hasta aquí con una mochila cargada de piedras, pero debemos aceptar
nuestros errores y aprender a ir liberando carga de nuestra espalda para poder
centrarnos en nuestro día a día o, lo que es lo mismo, mindfullnessear.
En lo que se
refiere a los ex novios*, las
piedras son enormes y, aunque intentamos librarnos de ellas desde el día
siguiente a la ruptura es inevitable que una parte de ellos permanezca en
nuestro interior física o psicológicamente.
*Este concepto incluye a ex amantes,
ex rollos y ex amigos con (o incluso sin) derecho a roce.
En este
sentido, existen dos grupos diferenciados, aunque todavía no tengo claro cuál de
los dos puede afectar más a nuestras futuras relaciones…
Por un lado,
tenemos a los que yo denomino Fantasmas Físicos,
que aparecen en tu vida justo en el momento en que vuelves a ilusionarte. Y es
que el poder de las hormonas es increíble. Unos pocos días y a veces incluso
unas pocas horas con un nuevo chico que, como diría mi madre “te cae bien”, y
los fantasmas aparecen en forma de whatssapp, de llamada o incluso delante de
tu cara.
Y entonces es cuando pensamos ¿será una señal que me avisa de que me
estoy equivocando? Pero no caigamos en la trampa. Porque últimamente me he
dado cuenta de que lo cierto es que, en la mayoría de los casos, no es más que
una discriminación positiva hacia tu nueva ilusión.
Por otro
lado, se encuentran los Fantasmas Psicológicos
o, lo que es lo mismo, esa parte oscura de tu ex que te acompaña por los
siglos de los siglos. Y es que el subconsciente nos traiciona hasta límites
insospechados y puede llegar a provocarnos un absoluto BLOQUEO que nos impide
abrirnos a nuevas ilusiones porque nos hemos empeñado en creernos el tópico de
que todos los hombres son iguales…
La buena
noticia es que la lucha contra este segundo tipo de fantasmas es, en realidad,
mucho más sencilla de lo que parece. Para empezar, porque no son una aparición,
sino una mala jugada de nuestro cerebro que aparece cada vez que nos
encontramos en una situación similar a la experimentada en el pasado. Y para
seguir porque, además, suelen ser un recuerdo negativo, con lo cual sólo
tenemos que eliminarlo de nuestra mente porque de nuestra vida ya había
desaparecido hace mucho tiempo.
En cualquier
caso, sea cual sea el tipo de fantasma que nos acecha la causa es, una vez más,
el miedo. Porque no hay nada tan
angustioso y tan poderoso como el miedo. Por ello debemos seguir luchando
contra él en todas sus variedades y formas para poder abrirnos a conectar con
nuevas almas sin sentir pánico. Y es que por algo dicen que quien teme a las
almas se topa con fantasmas…
4 comentarios:
Incluso miedo a que me tengas miedo..., a pesar de lo buenos que resultan los errores cuando se aprende algo. Demasiado miedo!!!
Efectivamente, DEMASIADO miedo... Pero los valientes seguiremos luchando contra él!!
jodido amor...
jodido amor...
Publicar un comentario