Qué bonito es estar enamorado !
Pero bonito bonito...
Tan bonito que te dedicas a coleccionar todo tipo de cosas para guardarlas de recuerdo.
Entradas de cine, el mechero que te dio ese día en el parque, el paquete de tabaco vacío donde te pintó un corazón, fotos, regalos, la pulsera identificativa del hospital la vez aquella que fuisteis a urgencias porque le dolía la tripa ...
Todo es precioso y perfecto.
Hasta que se acaba.
(Me diréis: o no se acaba, hay parejas tienen suerte)
Bueno, vamos a ponernos en el caso de que se acaba y tu síndrome de Diógenes amoroso también.
Qué haces con toda la basura acumulada de un amor caducado???
Desde que era adolescente tengo una manía.
Bueno, no se si llamarlo manía o rito.
Cuando un amor se acaba y estoy jodida (o no), me pongo los auriculares en las orejas con la música a tope y me encamino al chino más cercano.
Compro una caja bonita que me recuerde a mi ex.
Ya sabes, la de los motivos chinos para el de los idiomas, la de las constelaciones para el que dijo que me bajaba las estrellas, la de Mickey Mouse para el adicto a Disney... Y así.
Luego terapia de azúcar...
Tarta, helado, bollo, chocolate... en la cafetería de al lado de casa.
Y finalmente, voy a casa y meto toda la basura emocional acumulada en la caja y la caja en un cajón. Mientras mi cerebro está todavía en pleno subidon feliciano de azúcar.
(Esto es importante. Si estáis mas pochos que una lechuga os vais a dar una llorera de las de aúpa. Avisados quedáis)
Os preguntaréis cual es la finalidad.
Superar el síndrome de abstinencia.
Cuando perdemos o dejamos ir algo que se ha convertido en un hábito cuesta mucho hacerse a la idea.
Tu propio cuerpo con el "mono" te hace querer estar cerca, llamarle, pasear por su calle...
Pues yo centro mi "mono" en la caja.
La idea es no abrir la caja.
Que sí sabes donde está (lo que te evita parecer una acosadora en potencia en la acera de enfrente de su portal) y también sabes que dentro esta la foto de ambos donde salís taaaaaaan guaaaaaapos (que te va a hacer sentir que aun puede haber solución) .
Pero la cuestión es resistir la tentación.
Cuando llevo un mes sin acordarme de que la maldita caja existe... Ya me he olvidado de mi ex.
Juro que funciona.
Más adelante la abro,claro.
Recupero lo que me interesa y reutilizo la caja para algo completamente diferente a su uso inicial.
(Desde regalos hasta joyeros o para guardar el avecrem. Hay que ser creativa!!)
Actualmente me ha surgido un problema.
De mi ultimo ex tenía tantas cosas materiales que era imposible meterlas en una caja y de mi último amor no tengo nada material que "guardar".
Y encima no quiero olvidarlo.
Así es la vida. Cuando crees tener las respuestas correctas... Te cambia las preguntas.
2 comentarios:
Y como se guarda lo que te ronda por la cabeza?? Yo cogía la caja y le pegaba fuego...
Parece que no hay caja reutilizable donde almacenar lo que no quiere caer en el olvido,... será que los mejores momentos no dejan más rastro que el de la memoria de lo mucho que se disfrutaron.
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