Querido Corazón,
Ya va a llegar Navidad.
Hace frío de invierno pero todos nos comportamos como si hiciera calor.
Porque es tiempo de abrazos, de noches con vestido y zapatos de tacón aunque este helando, de tus amigos que ves una vez al año, de cuánto te he echado de menos aunque no te vaya volver a llamar en meses, de perdones borrachos, de besos robados en cualquier portal...
Es tiempo de esa felicidad que el resto del año se nos escapa.
Sé que, cada año por estas fechas, te prometo que te voy a cuidar más, que no voy a dejar que te hieran, que te voy a construir un castillo con foso lleno de serpientes y dragones para que consigan verte sólo los valientes.
Y de lejos.
También sé que tienes muchas cicatrices y que ya no me crees. Que ahora mismo no estas para fiestas, ni confetis, ni villancicos. Me dices que no cumplo mis promesas contigo. Tienes razón. Y que las de final de año son las peores.Las que mas ilusiones contienen. Las que antes voy a romper.
Te podría decir que voy a portarme bien. Pero sabrías que miento. Me conoces bien, corazón mío.
Así que voy a ser honesta.
Te prometo que me voy a poner medias y liguero por si la luna quiere mirar por debajo de mi falda una noche cualquiera.
Que cuando tire de una corbata con idea de revolver las sábanas no te dejaré fuera mirando por la rendija de la puerta. Porque no tenemos edad para escondernos y, sin ti, lo hago todo a medias.
Te prometo que nos pillara el sol haciendo equilibrios por los tejados al amanecer para dormir con las estrellas, aunque sean fugaces.Y que no me voy a quejar cuando me queme el sol la piel. Que ya sabemos que quien no juega con fuego, al final, se hiela.
Te prometo que, cuando más desilusionado estés, me voy a pintar los labios rojos y los ojos negros. Que nos vamos a hacer amigos de la ginebra y los cigarros de madrugada. Pero no nos vamos a arrepentir de nada.
Vamos a coger trenes y aviones si hace falta, vamos a cantar hasta que no tengamos voz, vamos a apostar mas alto cuanto mayor vaya a ser el desastre. Con los ojos bien abiertos, eso si.
No te prometo que no te vaya a doler, ni que no vayas a tener heridas, moratones y raspazos.
Lo que te prometo, corazón, es que vas a querer repetirlo todo aunque duela.
Empezando desde ya.
Feliz Navidad y feliz 2016.
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